Ya en una ocasión hablé del modo de usar el español en los distintos países de América Latina, aunque sin tocar el tema a fondo ni buscando explicaciones por las que una locución determinada se usa para referirse a algo.
Lengua coloquial
Ahora pretendo continuar abarcando un poco más y añadiendo algo acerca de las posibles razones que han osado exponer expertos en materia de léxico, digamos coloquial.
Origen de los términos
Siempre es interesante saber el origen de términos que con el tiempo se hacen populares, y que algunas veces trascienden fronteras hasta acabar siendo conocidos a lo largo y ancho del planeta hasta convertirse en casi una identificación, en un sello, algo como una bandera que proclama nacionalidad.
La sola presencia individual es un indicio, la manera de vestir, el idioma y el acento desde luego, y un poco más allá, el vocabulario.
Y esto porque las expresiones se conocen bien gracias a lo avanzado de los medios de comunicación, a las tan difundidas redes sociales que no dejan rincón sin explorar y que muestran sin censura lo bueno y lo malo de un lugar que sin ellas sería difícil conocer.
Una de esas “cosas” susceptibles de escrutar es el habla con todo lo que implica, ya sea el ritmo, el acento y por supuesto las palabras.
América
La América de habla hispana cuenta con alrededor de 20 países entre grandes y pequeños, algunos con expresiones parecidas entre sí mientras que con otros muy distintas, y entre todas ellas se destacan esas que por “algo” se recuerdan y se “pegan” igual que la melodía de una canción de las llamadas “pegajosas”.
A continuación haré un breve repaso de las principales que conozco, consciente de antemano de que omitiré algunas de forma involuntaria.
Origen de güey
Empezaré con México, y precisamente con el “güey”, que a muchos causa tanta gracia y a otros la verdad no tanta.
Lo más probable es que “güey” derive de buey, que es un toro dócil y castrado, y que en un inicio la palabra se haya utilizado como ofensa para agredir o insultar a alguien sugiriendo torpeza o lentitud, y que con el uso frecuente asociado con el paso de los años perdiera violencia hasta convertirse en palabra inofensiva, neutra o incluso hasta afectuosa.
Los amigos son “güey”, los conocidos también son güey”, y en ciertos estratos socioculturales son “güey” hasta los desconocidos con quienes de repente se cruzan frases al azar.
Ya no es una falta de respeto, y el secreto tal vez está en saber utilizarlo, en dónde, cuándo y con quién.
Ahora, del buey al “güey” se reiteró la ruta de otros términos que llevan la “b” seguidos del diptongo “ue”, como en abuelo o bueno, que muchos dicen “agüelo” y “güeno”, a lo que se le llama velarización del sonido bilabial oclusivo sonoro.
Otros términos
Antes, no hace demasiado, se usaba para hablar a los amigos la palabra “mano”, tal vez como derivación de “hermano”, y aún ahora se usa “carnal”, que también vendría de hermano.
Asimismo “cuate” designa a un amigo, pocas veces dirigiéndose a él y más bien se usa para referirse a alguien: “Es mi cuate”. En Yucatán se dice mucho el “há” (o “já”) al terminar una frase: sí “há”, no “há”, y hasta donde sé el “há” es una afirmación que deriva del “ajá” que indica conformidad.
Recuerdo que lo dicen mucho, y hasta chistes hacían refiriéndose a una pregunta hecha a una mujer que ella respondía: “pues depende ja”.
Esto último sucede mucho, que en países -sobre todo grandes- el habla cambia de región a región y que alguien del norte de un país no se entienda bien con alguien del sur de su misma patria.
Uso de güey
Sin embargo el “güey” es otra cosa, ya está en otro nivel y es poco menos que institucional, pues lo maneja gente de todos los ambientes, desde deportistas, artistas, políticos, profesores, intelectuales, seudointelectuales y diplomáticos hasta vendedores, comerciantes, recolectores de basura, taqueros, policías y delincuentes.
Qué se puede hacer, no es tan cómodo oponerse a la avalancha de la moda.
En el mexicano actual cada frase se debe terminar con “güey”: sí “güey”, no “güey”, vamos “güey”, cuántos quieres “güey”, tengo calor “güey”, me gusta “güey”, etc. etc.
Idioma coloquial
Esto del idioma coloquial es algo serio, y se presenta en todo el mundo porque el habla se contagia y el uso de un vocablo tiende a propagarse como plaga abarcando más y más, hasta que por alguna razón inexplicable se detiene, se interrumpe o muere.
Se agota, llega a su límite, pierde vigencia, tal vez llega a cansar.
Entre los muchos mexicanismos hay otros pegajosos como el “chale”, que denota molestia, sorpresa, enojo o asombro, y a veces nada de eso sino que se intercala en una frase sólo porque sí.
No encontré referencias que traten de su origen, pero a mí me parece que podría venir de “húchale”, interjección que se usa con el mismo propósito que “chale”.
Enseguida menciono unos cuantos más, si no los más extendidos sí que han arraigado con el tiempo y tienen cierta gracia:
Albur
Albur: La definición de albur se refiere a la contingencia a que se fía el resultado de una empresa.
En México albur es un juego de palabras de doble sentido, la mayoría de las veces con implicaciones sexuales más o menos ingeniosas, y debo decir que convivimos con verdaderos “maestros” del albur con una imaginación y agilidad de pensamiento muy notables.
Otras palabras
- Fresa: se le dice fresa a alguien que habla y se comporta con pedantería.
- Picudo: se dice de alguien que es provocador, astuto, o que pretende serlo.
- Cuero: se le dice a una mujer muy bella.
- Gacho: que está feo, que está mal.
- Chido: significa bueno, bien, bonito, agradable, y todo lo que habla en positivo.
- Antro: es un local al que se va a bailar, comer, beber licor y divertirse.,,,,,,,, y pelear.
- Llégale: retírate, vete.
- Cruda: es la resaca resultante de haber bebido alcohol en demasía.
- Chela: es el nombre coloquial de la cerveza.
- Chorro: significa “mucho”.
- Güero: persona rubia o blanca, y a veces aunque no lo sea.
Por supuesto que todos los países tienen sus palabras propias en su lenguaje cotidiano que han arraigado hasta convertirse en distintivo, aquellas que se usan por ejemplo en las imitaciones para interpretar a alguien de determinada nacionalidad.
Che
Todos conocemos la palabra “che” representativa de Argentina y Uruguay, que vendría siendo el “güey” de aquellos lares aunque más antigua y extendida.
La teoría más aceptada (hay otras) señala el origen de “che” en la lengua guaraní, donde significa “mi”: “mi amigo”, “mi compañero”, “mi jefe”, etc. Se dice que cuando los españoles llegaron a esas tierras los soldados se dirigían a sus superiores diciendo “mi capitán”, “mi sargento”, etc., y desde ahí se asimiló en el habla popular. Puede ser, la idea tiene sustento.
Lengua coloquial en América
Lo cierto es que la palabra es conocida en todo el mundo y se sabe de dónde es quien la dice.
Argentina
En Argentina hay otras que me parecen mencionables, como:
- Quilombo: así le llamaban a un burdel, pero ahora significa lío o problema.
- Posta: verdad.
- Boludo: significa tonto, pero no necesariamente es ofensivo.
- Pibe: niño o muchacho joven.
- Bancar: es ayudar, apoyar, respaldar, y también “aguantar”, soportar.
- Andáte: retírate, vete.
- Boliche: bar o discoteca.
- Cheta: es una persona presumida, que tiene dinero y suele presumir.
- Fija: obvio, seguro.
- Trucho: falso.
- Piola: agradable, astuto, hábil.
Chile
En Chile al amigo se le dice “compare”, “socio”, “perro” o “weón”, pero al margen de sus palabras coloquiales tiene gracia la manera en que pronuncian (lo digo con respeto) porque se comen ciertas letras al hablar.
Por ejemplo la letra “s”: en lugar de más dicen “ma”; la “d” intermedia: nada dicen “na”; todo dicen “too”. Otras letras las cambian: “¿Cómo estás?” lo dicen “¿Cómo estái?”. “¿Quieres?” dicen “¿Querí?”.
Otras palabras graciosas de los chilenos son:
- Lanza: persona que se dedica a robar en lugares públicos y transitados.
- Flaite: persona mal educada, de malas costumbres.
- Punga: Ladrón.
- Pendejo: niño chico.
- Weá: es sinónimo de “cosa”. De hecho puede significar casi cualquier cosa.
- Paco: policía
- Chucha: sacar la chucha es golpear, castigar.
Cuba
En Cuba se usa la palabra “asere”-o acere- más o menos con el mismo significado que el “güey” mexicano, palabra que al parecer viene de los esclavos africanos llevados a la isla que la usaban en sus ritos, y su traducción literal sería “yo te saludo”.
Ahora se usa para decir amigo, socio o compañero y también equivale al “güey” de acá.
El hablar de los cubanos es muy especial, y aunque cada país o zona tiene su acento, su prosodia y su sintaxis característica, los cubanos se destacan por su pronunciación graciosa, simpática y alegre.
Por ejemplo la letra ”r” la cambian por la “l” o de plano se la comen, y la “s” la pronuncian como “j”.
Otras palabras cubanas son:
- Taco: zapato.
- Gallego: español. Todos los españoles son gallegos.
- Cucaracha: cobarde.
- Cachimbo: pistola.
- Bemba: boca.
Costa Rica
En Costa Rica a los amigos se les dice “Mae”. Su origen probablemente sea a través del contacto con estadounidenses por una deformación paulatina del vocablo “man” (hombre), que estos usan mucho al conversar.
Otras palabras muy usadas en Costa Rica son:
- Chiva: muy bueno.
- Brete: trabajo.
- María: taxímetro.
- Dicha: suerte.
- Carreta: lento.
- Cuero: mujer fea.
Perú
En Perú al amigo se le dice “causa”, “pata” o “yunta”, y otras de sus palabras son:
- Chilindrina: cerveza.
- Pituco: persona con dinero.
- Grifo: gasolinera.
- Mancao: muerto.
- Bamba: falso.
- Chibolo: niño.
- Cachaco: militar.
- Chata: pequeña.
- Germa: mujer.
Colombia
En Colombia al amigo se le dice “parce” o “parcero”, aunque hay otras maneras como compadre o socio. Algunas otras de sus palabras son:
- Vaina: puede ser cualquier cosa, un asunto, un objeto, una situación.
- Chucha: mal olor de axila.
- Traga: enamoramiento.
- Jincho: borracho, ebrio.
- Guaro: aguardiente.
- Pola: cerveza. También le llaman birra o espumosa..
- Camellar: trabajar.
- Bolillo: policía.
- Biyuyo: dinero.
Venezuela
En Venezuela al amigo se le dice “pana”. Otras palabras en “venezolano”:
- Achantado: triste.
- Bagre: mujer muy fea.
- Arrecho: enfadado.
- Echón: presumido.
Otros países
- En Honduras y Nicaragua al amigo se le dice “maje”.
- En El Salvador también se le dice “maje”, y “chero” o “raza”.
- En Bolivia “compañero” o “ñero”.
- En Ecuador “naño”, “loco”, “llave” y “yunta”.
- En Paraguay “chera´a” y “kapelú”, que tienen su origen en el guaraní.
- En Guatemala, “compa”.
Creo que la mayoría de estas palabras son ampliamente conocidas y se sabe su significado en todo el continente, y probablemente más allá. Aun así me parece bueno recordarlas al menos como pasatiempo.
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