Hay muchos a los que les gusta el “chisme” y disfrutan de la actividad a veces lucrativa de propagar noticias falsas, no sé si por afición o para hacerse notar y se les tome en cuenta.
Claro que no siempre es para buscar notoriedad, sino que su propósito encierra intenciones más precisas y desde luego más siniestras.
Difundir rumores se ha convertido en una especialidad que produce grandes cantidades de dinero cuando sirve a intereses que buscan beneficio, ya sea en los negocios, en la política y en otros ámbitos, que en un mundo tan globalizado se expanden en cuestión de horas.
Fake News
Las llamadas fake news pueden destruir reputaciones, crear celebridades, instalar productos, arruinar carreras, contagiar ideas y pervertir mentalidades en minutos con noticias engañosas, lo que no parece justo ni nada equilibrado.
Es un tema muy complejo que requiere de un análisis profundo y de mucha reflexión, pero por ahora vamos a enfocarnos en un asunto menos peligroso en un sentido general, aunque no por eso menos importante.
Teorías disparatadas
Me refiero a las teorías absurdas y disparatadas en las que mucha gente cree, y que a falta de argumentos serios defienden con barbaridades.
En el presente existe, y debe ser así, la libertad de pensamiento, por lo que este tipo de creencias quedan como anécdotas y quienes las sostienen como potenciales comediantes. Vamos a revisar algunos casos.
Enfermedad e moda
La enfermedad de moda, el Covid-19 o SARS-CoV-2, es provocada por un nuevo virus emparentado con el Síndrome Respiratorio Agudo Severo y con el Síndrome Respiratorio de Oriente Medio, aunque no exactamente igual a ninguno de los dos.
Lo que se sabe del brote de este nuevo virus es que surgió en un mercado de animales de la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei en China, y que se expandió hasta adquirir el carácter de pandemia.
Eso indica la evidencia, y la ciencia se maneja a partir de hechos comprobables e incontrovertibles, porque la ciencia es ciencia por eso, porque su información es definitivamente cierta.
Rumores
Pero como suele suceder se ha desatado una cascada de rumores que sin fundamento niegan las versiones oficiales acusando a las autoridades sanitarias y gubernamentales de ocultar información, mientras que otros van más lejos y aseguran que el virus no existe y que las muertes las están causando “ellos”, sin especificar quiénes son esos “ellos” tan terribles y tan malos.
Yo preguntaría, para comenzar, ¿quiénes son “ellos”? Y después, ya que no supieran responder o que salieran con una babosada les preguntaría, ¿cómo los están matando? Me dirían que inyectándoles “algo”, sin decir qué es ese “algo” misterioso.
¿Conspiración?
Mi siguiente pregunta sería si creen que matar es fácil, porque una cosa es matar para defenderse y otra matar a sangre fría, y según lo que sostienen, “ellos” están matando a la gente sin razón, pero lo peor (e insostenible) es que lo hacen a través de mucha gente que trabaja en los centros de salud, médicos, enfermeras y demás, quienes deben de ser unos demonios porque matar a un desconocido, sin razón y a sangre fría no lo hace ni el peor de los dementes, porque si acaso sugieren que lo hacen por dinero es impensable que se les pagara una buena cantidad porque en el sector salud trabajan millones de personas, y además es una tontería pensar que de entre todo ese personal de malvados asesinos sin conciencia ni uno solo denunciara el hecho……………. en fin, esa versión es una tontería que ni vale la pena rebatir.
Por último, les preguntaría, ¿qué ganan “ellos” matando tanta gente”?
Pero hay otras versiones tal vez menos infundadas aunque igual de absurdas:
¿Bill Gates?
Que el origen de la enfermedad no es un virus sino el efecto de las torres 5G. Según esta tesis,Bill Gates está implicado porque tiene un plan perverso para desarrollar una «vacuna» que consiste en un chip con capacidad de monitorear nuestros movimientos.
Que el virus fue creado en un laboratorio.
Que el coronavirus lo trajeron los extraterrestres, que una bola de fuego que cayó en el norte de China en octubre es la fuente más probable del SARS-CoV-2.
Bueno, pues sí, tienen una mente muy aguda.
Llegada a la luna
Otra es la que niega que el hombre haya llegado a la luna. Estos son algunos de sus mejores argumentos:
la calidad de las fotos es demasiado buena (no es tan buena en realidad); la bandera está ondeando, cuando todo el mundo sabe que en la luna no sopla el viento (no ondea, sólo está arrugada); no se ven estrellas en el cielo (claro, porque aterrizaron durante el día lunar); una mujer de Australia afirmó haber visto una botella de Coca-Cola rodar durante el aterrizaje (¿?).
Pues ese es el nivel de discusión.
Otros sostienen que nos gobiernan los reptilianos. La idea de que una manada de lagartos con habilidades cognitivas excepcionales dicta los designios de la humanidad llama la atención de legiones de fanáticos amantes de las novelas de ficción. Me atrevería a sugerirles que atrapen a uno para desenmascarar la incursión de lagartijas.
La tierra es plana
En todo el mundo hay seguidores de la teoría que proclama que la Tierra es plana, dando a entender que todos los que creemos en su graciosa redondez somos unos brutos.
Niegan las pruebas y descalifican la evidencia, con argumentos tan risibles que resulta difícil de aceptar tanto fanatismo.
Por ejemplo, dicen que las fotografías tomadas por satélites que orbitan el planeta son simplemente falsas, y de la misma forma, no muy racional, rechazan la argumentación que podría iluminarles el cerebro.
Algunos personajes van más lejos y se atreven a divulgar información precisa: que la Tierra es plana, horizontalmente infinita y que tiene al menos 9,000 kilómetros de profundidad; que la Tierra es un disco de 24,900 millas de diámetro; que las agencias espaciales de todo el mundo están coludidas en una conspiración internacional para engañar al público y obtener vastas ganancias; que la Tierra es un disco estacionario y el Sol está a sólo 400 millas de distancia.
La tierra es hueca
Otra dice que la Tierra es hueca y que está habitada por terrícolas y extraterrestres, y que para acceder a las profundidades de la Tierra hueca sólo hay dos entradas, una en el Polo Norte y la otra en el Polo Sur. Esta teoría toma como referencia la Biblia, el Apocalipsis según San Juan: «Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra podía abrir el libro, ni aun mirarlo» (5.3).
Dinosaurios
También hay quienes se atreven a afirmar que los dinosaurios ayudaron a construir las pirámides de Egipto. Esta es otra “ocurrencia” que encuentra soporte en pasajes de la Biblia, en esta ocasión en el Libro de Job, que según esta corriente menciona a los dinosaurios y explica cómo ayudaron a construir las pirámides.
La versión agrega que en 2013 se descubrió una colección de papiros en los que se relata que las pirámides de Gaza se construyeron con dinosaurios.
Otras teorías absurdas
Se dice que:
Que el sida es una creación de la industria farmacéutica con apoyo de la CIA.
Que Barack Obama es el Anticristo.
Que los Beatles nunca existieron.
Que la contaminación es una mentira.
Que no hay calentamiento global ni cambio climático.
Que el agua engorda.
Cada X tiempo dicen que se va a acabar el mundo y hasta fijan fecha y hora.
Y muchísimas ideas igual de necias.
¿Pero a quiénes se les ocurre tanta tontería?
Bueno, supongo que hay de todo, genios locos o simplemente locos. El humano tiende a fantasear, a negar todo y a inventar.
Si algún personaje conocido muere no tardan en decir que está vivo y que por alguna razón trata de ocultarse, y en contraparte, de otros personajes vivos se dice que ya murieron y que algún extraño doble los suplanta. Parece mentira, pero así es: los vivos están muertos y los muertos vivos.
La masa duda de todo, de lo que se dice porque se dice y de lo que no se dice porque no se dice.
¿Vía Láctea de Hielo?
El astrónomo austríaco Hanns Hörbiger (1860-1931) no creía en las estrellas. Decía que la Vía Láctea estaba hecha completamente de hielo, que una serie de enormes bloques de hielo del tamaño de un planeta flotaban en el espacio rodeando todo nuestro sistema solar como un anillo blanco impenetrable.
La luz de unos pocos soles reales que merodeaban más allá del anillo de hielo brillaba a través de esta barrera helada reflejándose en sus cristales de hielo, lo que daba a los observadores de la Tierra la ilusión de millones de estrellas centelleando.
Cuando se le refutaba y le mostraban imágenes simplemente respondía que eran falsas, y cuando le presentaban pruebas matemáticas se molestaba e incluso declaró: “Las matemáticas no son más que mentiras”.
John Bradbury, un podólogo de Ashton-under-Lyne, Reino Unido, en la década de 1950 desarrolló un nuevo tipo de telescopio que tenía 15 lentes.
A través de ese asombroso (e inútil) telescopio pudo ver el borde del Universo, el que describió como rectangular, hecho de metal y magnético. Otro de sus “grandes descubrimientos” fue el de que la Tierra no es esférica sino plana en la parte superior y semiesférica en la inferior.
“La luna es una delgada capa de carbono de una o dos pulgadas de espesor y ligeramente convexa, que mientras viaja por el cielo acumula grandes cantidades de plastilina fosforescente de una fuente aún desconocida, hasta que queda completamente cubierta por el material permitiendo formar lo que llamamos luna llena, pero como la plastilina es demasiado pesada comienza a desprenderse hasta que nos quedamos sin luna visible”.
Lo que causa asombro es que hay mucha gente que cree en estas tonterías, y gente de todos los niveles. No hay conclusión, lo único que se puede hacer es reírse con un poco de pena.
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